Breve Historia del Narcotráfico en México

Juan Camilo Reyes Moreno
6 min readAug 14, 2018

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Por: Juan Camilo Reyes

A Manera de Introducción

La noche del viernes 18 de marzo del 2011 un comando armado con más de 200 hombres, miembros de una célula operativa del cartel de Los Zetas tomaría el control de 5 municipios de la zona de los Cinco Manantiales del estado de Coahuila, en el norte de México, en una acción coordinada que abarcaría las ciudades de Allende, Nava, Morelos, Villa Unión, Zaragoza y Piedras Negras (ciudad fronteriza con Eagle Pass, en el Condado de Maverick, en el Estado de Texas, en los Estados Unidos).

La operación de Los Zetas duraría varias semanas, el epicentro de la misma, sería la pequeña ciudad de Allende, una población con 20,000 habitantes, cabecera del municipio homónimo. De este pueblo el comando armado secuestraría a más de 150 personas y destruiría 39 viviendas utilizando explosivos y maquinaria pesada.

La estimación final de las consecuencias de esta acción, varía según la fuente consultada, para la Procuraduría de Justicia del Estado de Coahuila, hubo oficialmente 29 muertos; para las organizaciones no gubertamentales, (apoyadas en testimonios locales), los muertos y / o desaparecidos podrían ser más de 300.

Para comprender cómo los carteles de la droga, llegaron al nivel de poder, que les permitiese mantener pequeños ejércitos privados, arrasar con una región y desaparecer sistemáticamente a más de 300 personas, debemos buscar en los orígenes históricos de los grupos criminales que hoy controlan el entramado y complejo mapa del narcotráfico en México y que son partícipes de un conflicto de baja intensidad, extremadamente violento, que suma más de 250 mil muertos y más de 60 mil desaparecidos, en los últimos 12 años.

Las acciones desplegadas por el Cártel de Los Zetas en febrero, marzo y abril del 2011, en el norte del estado de Coahuila, darían cuenta clara de lo que se vive en muchas regiones del territorio fronterizo mexicano y en otras regiones del país, en donde el Estado como tal, en sus tres niveles de gobierno (Municipal, Estatal y Federal) ha perdido la capacidad de garantizar la seguridad y la correcta aplicación de la ley.

La realidad es que muchas de estas regiones de la frontera con Estados Unidos o de las sierras Madre Occidental y Sur, en un principio por su lejanía de los centros del poder federal y estatal y por otra parte por sus grandes extensiones de terreno agreste, semidesértico y de muy difícil acceso; han vivido en el olvido, pues siempre resultan difíciles de controlar para un gobierno que ha centralizado su poder político y administrativo a miles de kilómetros.

Lo acontecido en la zona fronteriza de los estados de Coahuila en México y Texas en Estados Unidos, marca la trascendencia de controlar este territorio y la importancia de las rutas que parten desde esta zona de México, hacia las grandes ciudades en Estados Unidos.

Esta claro que al hablar del fenómeno social del narcotráfico, el país ha vivido dividido en dos, coexisten en el territorio nacional, dos Mexicos sumidos en la misma espiral de violencia, ligada al narco, el primero es el México traficante, el de los pasos en la frontera y el control de las rutas de salida a la Unión Americana, el otro México es el México productor, el de la sierras madre occidental y del sur, el de los campos donde se cultiva la Amapola y el Cannabis.

En el medio están, los distintos cárteles, agrupaciones al margen de la legislación prohibicionista vigente, que controlan la producción, trasiego, comercialización y contrabando de la amapola y del cannabis, además de sus derivados; estos grupos son los que hoy actúan como perfectos interlocutores, entre el México productor y el México Traficante; manteniendo al país inmerso en medio de un negocio que hoy vale miles de millones de dólares y que está regido como cualquier otro, por las leyes de la oferta y la demanda, además de estar obligado a generar ganancias, muchas veces a costa de una fuerte dosis de explotación, atizada por metódicos sistemas de extorsión, sobre comunidades y pueblos muy pobres de la sierra o de la frontera, regiones que estuvieron y continúan estando al margen de las realidades que vive el México moderno, sumidas en la miseria del olvido desde siempre, alejadas por cientos de kilómetros de los centros urbanos, sobreviviendo enclaustradas en lo profundo de las sierras que atraviesan México o de los desérticos valles de la frontera con Estados Unidos.

Con los años algo del progreso toco estas comunidades, en donde la sierra había dado cobijo a que florecieran silvestremente la amapola y el cannabis; mientras que la frontera prosperaba a la sombra de los lucrativos negocios relacionados al tráfico y el contrabando de mercancías con los vecinos del norte.

La vida en estos pueblos y municipios de la sierra en los estados de Chihuahua, Durango, Sinaloa, Jalisco, Michoacán, Guerrero y Oaxaca no es muy distinta a los territorios olvidados de la frontera, en la sierra también la vida era y es, agreste y ríspida, y las actividades de una incipiente agricultura de subsistencia, fueron reemplazadas hace más de 50 años por los monocultivos ilegales.

En estas apartadas regiones de la sierra y la frontera, la ley impera de manera distinta, ante la ausencia tácita de las instituciones formales del estado y de la colectividad social que debe proteger el estado de derecho para beneficio de la sociedad misma, la ley termina siendo aplicada por los poderes de facto existentes, muchos de estos surgidos al margen de las leyes vigentes y en muchas ocasiones usurpando las instituciones establecidas para regir a la sociedad. La cultura en estos pueblos serranos, es ya desde hace muchas décadas, una cultura basada en el uso de las armas, en donde las diferencias y desavenencias individuales y colectivas se resuelven bajo el rigor del uso del revólver.

La historia del contrabando de narcóticos de México a Estados Unidos, está ligada a la dinámica permanente, que entrelaza ambos países, desde sus orígenes; México produce lo que Estados Unidos consume y en este país se consumen anualmente, en la actualidad 6,500 toneladas de marihuana y 200 toneladas de heroína (según cifras del 2016).

Enmarcado en esta realidad histórica, geopolítica y económica, podríamos decir que la historia nace durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando se inicia en México, el cultivo silvestre de la Adormidera o Amapola Real (Papaver somniferum) y el Cáñamo o Marihuana (Cannabis sativa), de la primera se obtenía el opio y de la segunda resistentes fibras textiles.

A finales del siglo XIX los avances en la química orgánica, sobre todo en la extracción de los componentes químicos de las plantas, convertirían a la Amapola en la reina de los alcaloides, algunos de estas substancias tenían fuertes efectos psicotrópicos, por lo que serían prontamente adoptadas por la medicina de la época, principalmente para el tratamiento del dolor; el uso de estas substancias se daría de forma poco controlada y con dosis definidas de forma experimental, lo que desencadenaría entre quienes las usaban, una fuerte propensión a la adicción de las mismas.

El uso del cannabis como narcótico estaría mas ligado al hecho de que los trabajadores de los campos donde se cultivaba, fumaban los cogollos y las hojas del cáñamo, solo o mezclado con tabaco, para apaciguar el hambre y atenuar el cansancio provocado por las largas jornadas de trabajo.

A principios del siglo XX ambas plantas serian prohibidas o reguladas por la ley a nivel nacional e internacional, lo que ha hecho que el cultivo de las mismas, se realice en la mayoría de los casos al margen de la ley.

La historia se compone de un conjunto de hechos, concatenados a través del tiempo y cuyas consecuencias actuales, suelen ser el resultado de toda la cadena de acontecimientos y no del último hecho acontecido.

La siembra y el cuidado, al igual que la cosecha, comercialización y contrabando, de estas dos especies de plantas, forman parte del diario vivir y de la historia que hoy se escribe en el país; esta investigación, desgrana esta parte de la historia de México, partiendo desde el origen del Cannabis y la Adormidera, su llegada al país, el desarrollo de su producción y comercialización; además de exponer los factores históricos que incidieron de forma directa con el nacimiento y desarrollo del narcotráfico en México.

Así pues la guerra que hoy vive México tiene sus albores en hechos que se dieron hace más de 150 años, en este camino se distinguen una serie de parteaguas, situaciones y hechos, como la “Masacre de Allende”, que son la base de los escenarios de la actualidad. Esta investigación recoge y expone de forma sucinta lo que a juicio del autor, son los hechos que trascienden, dentro del desarrollo histórico del narcotráfico en México.

Nota: Este texto obedece a la introducción del libro “Breve Historia del Narcotráfico en México” escrito por Juan Camilo Reyes Moreno. Para conocer mas acerca de esta publicación puedes visitar: www.historiadelnarco.xyz

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Juan Camilo Reyes Moreno

Writer • Journalist • Marketing & Social Comm Specialist